lunes, 31 de marzo de 2025

AloneWith The Best of Trip Hop: desde los 90 hasta hoy

A mediados de los 90, los Portishead, Massive Attack, Morcheeba ... irrumpieron con una apuesta musical fresca y novedosa que se acabó conociendo como Trip Hop. Con esta etiqueta, que nunca acabó de gustar del todo a los chicos del "Bristol Sound", se intentaba describir el viaje a través de una electrónica oscura de corte downtempo, apoyada en una fuerte base rítmica y sonidos provenientes de la escena negra, como el jazz, el soul y el hip-hop.

El trip hop nació en el Reino Unido, con Bristol como epicentro, y se nutrió de múltiples influencias. Massive Attack, considerados los padrinos del género, debutaron en 1991 con Blue Lines, un álbum que marcó el camino con su fusión de beats pausados, samples hipnóticos y voces melancólicas. Poco después, Portishead llevó el sonido a un nivel más cinematográfico y nostálgico con Dummy (1994), donde la voz de Beth Gibbons flotaba sobre instrumentaciones que recordaban al jazz de los 60 y las bandas sonoras de prlis de espías. Por su parte, Morcheeba añadieron un matiz más accesible y melódico con discos como Big Calm (1998).

Aunque el auge del Trip Hop se dio básicamente en los 90, su influencia se ha mantenido a lo largo del tiempo. Bandas como Hooverphonic o Goldfrapp reinterpretaron sus códigos con un enfoque más dream pop y electrónico. Otros, como Björk, llevaron la experimentación más allá, incorporando elementos de la música electrónica avanzada. A partir de los 2000, el género se difuminó en nuevas corrientes, encontrando ecos en el nu jazz, el downtempo o el ambient. Thievery Corporation, Wax Tailor o Groove Armada son buenos ejemplos de artistas que han mantenido vivo el espíritu del Trip Hop, fusionándolo con sonidos más globales.

Esta travesía desde los 90 hasta hoy se refleja en la playlist que acompañamos. En ella encontrarás desde los pioneros del género hasta artistas más recientes como Bent, que han sabido recoger el testigo y darle nuevos matices pero con la frescura original del género. Porque aunque el Trip Hop, como etiqueta, haya podido quedar en el pasado, su esencia sigue resonando en la música contemporánea. Déjate encandilar por estos sonidos y disfruta del viaje.

miércoles, 12 de marzo de 2025

AloneWith Sigur Rós: más allá de Jónsi

Este verano navegaremos por los glaciares y paisajes volcánicos de Islandia. La banda que ha logrado capturar su esencia  y transformarlos en calidez musical se llama Sigur Rós (en islandés "Rosa de la victoria"). Con una trayectoria que abarca más de dos décadas, el cuarteto de Reykjavik ha influenciado a generaciones de músicos, expandiendo las fronteras del rock alternativo con su sonido hipnótico y un enfoque casi cinematográfico. Pero hay un nombre clave en esta ecuación, Jón Þór Birgisson, más conocido como Jónsi.

Desde sus inicios con aquel Von (1997), la voz de Jónsi ha sido el elemento más distintivo de la banda. Su falsete etéreo, combinado con el uso del "Hopelandic" (un lenguaje inventado que prioriza la fonética sobre el significado), ha convertido a Sigur Rós en un referente del post-rock atmosférico. Pero su contribución no se limita solo a su registro vocal: el uso del arco de cello sobre su guitarra eléctrica creó una textura sonora inconfundible, evocando un sentimiento de grandeza y melancolía que pocos han logrado replicar (no podemos olvidar el clip de Olsen Olsen que te pone los pelos de punta).

La conexión de Sigur Rós con la escena escandinava es innegable. Su enfoque ambiental y minimalista recuerda a algunos trabajos de bandas suecas como The Amazing o Fever Ray, mientras que su capacidad para fusionar experimentación con las raíces del folk islandés los acerca a compatriotas como Múm o incluso Björk, con quien comparten la inclinación por estructuras no convencionales y arreglos orquestales. Además, la influencia del post-rock nórdico o incluso del indie rock, con exponentes como los noruegos de Ulver en su etapa más ambiental, o The National, se hace presente en la manera en que Sigur Rós construye sus paisajes sonoros. En sus incursiones electrónicas también nos recuerdan a otros artistas de la escena escandinava  como Trentemoller. 

Con Ágætis byrjun (1999), la banda logró reconocimiento internacional, y canciones como "Svefn-g-englar" se convirtieron en himnos de la introspección. En Takk... (2005), con temas como "Hoppípolla", su sonido alcanzó una mayor accesibilidad sin perder su identidad. Sin embargo, en Kveikur (2013), Sigur Rós sorprendió al adoptar un tono más oscuro y agresivo, demostrando que su evolución musical no tenía límites.

El legado de Sigur Rós, con Jónsi como su epicentro creativo, sigue resonando en la música actual. Su influencia puede rastrearse en artistas como Ólafur Arnalds (aquella inolvidable banda sonora de Broadchurch)  o los noruegos de Highasakite, quienes han sabido integrar elementos del ambient y el folk escandinavo en su sonido. Ya sea con sus largos crescendos instrumentales o con la voz inconfundible de Jónsi flotando en el aire, Sigur Rós han dejado una huella imborrable en la música contemporánea avanzada.

Ponte los cascos, cierra los ojos y déjate llevar por los paisajes de la tierra del hielo y el fuego con la magia de la música de Sigur Rós.