El beat es sutil, naif, apenas un pulso, pero suficiente para sostener la tensión mientras Blake canta sobre el fin del mundo. Frases como "set my taxes aside to fund another war" son un uppercut directo, mientras que el estribillo, con su repetitivo "doesn't it feel like the end?", te deja flotando en un limbo emocional.
La producción está llena de detalles: filtros que se abren y cierran como respiraciones, capas de reverb que envuelven su voz, y un masterizado que juega con el silencio como un instrumento más. Es Blake en su zona de confort, pero con una claridad conceptual brutal.
El clip y la producción visual que acompañan el sencillo es igual de inquietantes: la esfera de Las Vegas en llamas y un collage digital surrealista que te deja dudando sobre qué es lo real y qué no. Perfecto para el mensaje apocalíptico de la canción.
En resumen, "Like The End" es James Blake en su máxima expresión: íntimo, experimental y con una habilidad única para dejarte en una inquietud como si el mundo se estuviera desmoronando, pero con estilo propio. Una grata sorpresa que deja muy alto el listón de este 2024 que ya se ha ido.