Desde su nacimiento en el sur del Bronx a mediados de los setenta, el hip hop ha sido mucho más que un género musical: ha funcionado como código cultural, crónica urbana y herramienta de expresión. A partir de un núcleo formado por el DJing, el rap, el breakdance y el graffiti, el hip hop se expandió y mutó, incorporando elementos de otras tradiciones musicales afroamericanas, como el funk, el soul o el jazz, y generando un ecosistema artístico que ha llegado, con toda su fuerza, hasta el presente.
La playlist que aquí os ofrecemos hoy se sitúa precisamente en esa intersección entre pasado y presente, entre la raíz y la exploración. Un recorrido por sonidos que beben del legado de la música negra, principalmente estadounidense —el soul, el rythm and blues, el gospel, el funk— pero que los filtran a través de una sensibilidad contemporánea, híbrida y, en muchos casos, introspectiva.
No es una lista exhaustiva ni canónica. El orden de los temas tampoco obedece a una prelación por gusto o estilos. Es más bien un mapa personal desordenado de lo que podríamos llamar la sensibilidad soulful actual, donde la producción electrónica ya convive de manera natural con la instrumentación orgánica, donde la métrica y el vocalismo del rap se funden con líneas melódicas cercanas al jazz y donde las voces femeninas, en particular, cobran un papel central en la narrativa sonora.
Desde un punto de vista técnico, muchas de las piezas incluidas en esta lista comparten ciertos rasgos: un tempo medio o medio-lento (entre 70 y 95 bpm), una fuerte presencia de líneas de bajo sincopadas, uso de las sustituciones armónicas del jazz y una producción donde el space (el uso del silencio, del eco, del reverb) se convierte en un recurso expresivo más.
Por ejemplo, Frank Ocean trabaja la voz como si fuera un instrumento más, sumergiéndola en reverberaciones densas que diluyen los contornos melódicos. Algo similar ocurre con FKA twigs, cuya aproximación es aún más avanzada, jugando con estructuras fracturadas, timbres sintéticos y una performance corporal que viene del mundo de la danza y el canto. Otras artistas, como es el caso de Kae Tempest, usan el género para canalizar su rabiosa experimentalidad.
En el caso de raperos como Kendrick Lamar o Childish Gambino, el trabajo rítmico es fundamental: el primero haciendo uso del flow switching y las alternancias rítmicas en sus versos, el segundo recuperando la estética del funk setentero pero pasándola por el filtro del R&B alternativo.
Una línea clara que atraviesa toda la playlist es el R&B contemporáneo, entendido no como etiqueta comercial sino como espacio creativo de fusión y experimentación. Artistas como SZA, Amber Mark o Kali Uchis reconfiguran el género integrando sonidos del neo soul, la electrónica, el reggae o incluso el pop latino o el urban.
Una presencia destacada es la de Beyoncé, cuya evolución desde el pop-R&B más comercial hacia una propuesta estética más rica y política muestra hasta qué punto el género puede ser vehículo tanto de innovación musical como de discurso identitario.
La intención, por tanto, de esta lista es ofrecer una introducción accesible, pero cuidadosa, a unas músicas que, si bien han ganado enorme presencia global, especialmente en las capas más populares de la sociedad, siguen siendo en muchos sentidos mal comprendidas, demonizadas o reducidas a estereotipos, muchas veces racistas y clasistas. Aquí no todos son hits comerciales pero hay mucho derroche artístico y sentimiento. Música bailable pero que también se contempla. Música que exige cierta atención al detalle: a una línea melódica que se quiebra, a un sample apenas perceptible, a una célula rítmica que aparece y desaparece.
Como ocurre con muchas músicas afroamericanas, el groove aquí no es solo un patrón rítmico: es una forma de estar en el mundo. Un latido común que, entre delays, cajas de ritmo y armonías suspendidas, sigue diciendo lo mismo que decía en los años 70: we got soul.
Los 30 tracks que constituyen este nuevo volumen de "Let's groove with alberto and friends" son una invitación a abrir el oído a lo que acontece en la escena del R&B, el hip hop y la sonoridad y cultura soulful del momento presente. Basta con dejarse llevar por las texturas, por la arquitectura de los temas y por la voz humana que se impone —a veces susurrando— por encima de la tecnología.
Como decía D’Angelo, soul is about truth. Enjoy and stay up tuned!
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