Welcome to Alberto & friends. A space to share aural pleasures ... and more. Feel good music when you hear it!
martes, 22 de julio de 2025
Alone With Perfume Genius
miércoles, 2 de julio de 2025
Let's groove with Alberto& friends (vol. X): Back again with best latest rap/soulful/r&b tracks
Desde su nacimiento en el sur del Bronx a mediados de los setenta, el hip hop ha sido mucho más que un género musical: ha funcionado como código cultural, crónica urbana y herramienta de expresión. A partir de un núcleo formado por el DJing, el rap, el breakdance y el graffiti, el hip hop se expandió y mutó, incorporando elementos de otras tradiciones musicales afroamericanas, como el funk, el soul o el jazz, y generando un ecosistema artístico que ha llegado, con toda su fuerza, hasta el presente.
La playlist que aquí os ofrecemos hoy se sitúa precisamente en esa intersección entre pasado y presente, entre la raíz y la exploración. Un recorrido por sonidos que beben del legado de la música negra, principalmente estadounidense —el soul, el rythm and blues, el gospel, el funk— pero que los filtran a través de una sensibilidad contemporánea, híbrida y, en muchos casos, introspectiva.
No es una lista exhaustiva ni canónica. El orden de los temas tampoco obedece a una prelación por gusto o estilos. Es más bien un mapa personal desordenado de lo que podríamos llamar la sensibilidad soulful actual, donde la producción electrónica ya convive de manera natural con la instrumentación orgánica, donde la métrica y el vocalismo del rap se funden con líneas melódicas cercanas al jazz y donde las voces femeninas, en particular, cobran un papel central en la narrativa sonora.
Desde un punto de vista técnico, muchas de las piezas incluidas en esta lista comparten ciertos rasgos: un tempo medio o medio-lento (entre 70 y 95 bpm), una fuerte presencia de líneas de bajo sincopadas, uso de las sustituciones armónicas del jazz y una producción donde el space (el uso del silencio, del eco, del reverb) se convierte en un recurso expresivo más.
Por ejemplo, Frank Ocean trabaja la voz como si fuera un instrumento más, sumergiéndola en reverberaciones densas que diluyen los contornos melódicos. Algo similar ocurre con FKA twigs, cuya aproximación es aún más avanzada, jugando con estructuras fracturadas, timbres sintéticos y una performance corporal que viene del mundo de la danza y el canto. Otras artistas, como es el caso de Kae Tempest, usan el género para canalizar su rabiosa experimentalidad.
En el caso de raperos como Kendrick Lamar o Childish Gambino, el trabajo rítmico es fundamental: el primero haciendo uso del flow switching y las alternancias rítmicas en sus versos, el segundo recuperando la estética del funk setentero pero pasándola por el filtro del R&B alternativo.
Una línea clara que atraviesa toda la playlist es el R&B contemporáneo, entendido no como etiqueta comercial sino como espacio creativo de fusión y experimentación. Artistas como SZA, Amber Mark o Kali Uchis reconfiguran el género integrando sonidos del neo soul, la electrónica, el reggae o incluso el pop latino o el urban.
Una presencia destacada es la de Beyoncé, cuya evolución desde el pop-R&B más comercial hacia una propuesta estética más rica y política muestra hasta qué punto el género puede ser vehículo tanto de innovación musical como de discurso identitario.
La intención, por tanto, de esta lista es ofrecer una introducción accesible, pero cuidadosa, a unas músicas que, si bien han ganado enorme presencia global, especialmente en las capas más populares de la sociedad, siguen siendo en muchos sentidos mal comprendidas, demonizadas o reducidas a estereotipos, muchas veces racistas y clasistas. Aquí no todos son hits comerciales pero hay mucho derroche artístico y sentimiento. Música bailable pero que también se contempla. Música que exige cierta atención al detalle: a una línea melódica que se quiebra, a un sample apenas perceptible, a una célula rítmica que aparece y desaparece.
Como ocurre con muchas músicas afroamericanas, el groove aquí no es solo un patrón rítmico: es una forma de estar en el mundo. Un latido común que, entre delays, cajas de ritmo y armonías suspendidas, sigue diciendo lo mismo que decía en los años 70: we got soul.
Los 30 tracks que constituyen este nuevo volumen de "Let's groove with alberto and friends" son una invitación a abrir el oído a lo que acontece en la escena del R&B, el hip hop y la sonoridad y cultura soulful del momento presente. Basta con dejarse llevar por las texturas, por la arquitectura de los temas y por la voz humana que se impone —a veces susurrando— por encima de la tecnología.
Como decía D’Angelo, soul is about truth. Enjoy and stay up tuned!
lunes, 31 de marzo de 2025
AloneWith The Best of Trip Hop: desde los 90 hasta hoy
A mediados de los 90, los Portishead, Massive Attack, Morcheeba ... irrumpieron con una apuesta musical fresca y novedosa que se acabó conociendo como Trip Hop. Con esta etiqueta, que nunca acabó de gustar del todo a los chicos del "Bristol Sound", se intentaba describir el viaje a través de una electrónica oscura de corte downtempo, apoyada en una fuerte base rítmica y sonidos provenientes de la escena negra, como el jazz, el soul y el hip-hop.
El trip hop nació en el Reino Unido, con Bristol como epicentro, y se nutrió de múltiples influencias. Massive Attack, considerados los padrinos del género, debutaron en 1991 con Blue Lines, un álbum que marcó el camino con su fusión de beats pausados, samples hipnóticos y voces melancólicas. Poco después, Portishead llevó el sonido a un nivel más cinematográfico y nostálgico con Dummy (1994), donde la voz de Beth Gibbons flotaba sobre instrumentaciones que recordaban al jazz de los 60 y las bandas sonoras de pelis de espías. Por su parte, Morcheeba añadieron un matiz más accesible y melódico con discos como Big Calm (1998).
Aunque el auge del Trip Hop se dio básicamente en los 90, su influencia se ha mantenido a lo largo del tiempo. Bandas como Hooverphonic o Goldfrapp reinterpretaron sus códigos con un enfoque más dream pop y electrónico. Otros, como Björk, llevaron la experimentación más allá, incorporando elementos de la música electrónica avanzada. A partir de los 2000, el género se difuminó en nuevas corrientes, encontrando ecos en el nu jazz, el downtempo o el ambient. Thievery Corporation, Wax Tailor o Groove Armada son buenos ejemplos de artistas que han mantenido vivo el espíritu del Trip Hop, fusionándolo con sonidos más globales.
Esta travesía desde los 90 hasta hoy se refleja en la playlist que acompañamos. En ella encontrarás desde los pioneros del género hasta artistas más recientes como Bent, que han sabido recoger el testigo y darle nuevos matices pero con la frescura original del género. Porque aunque el Trip Hop, como etiqueta, haya podido quedar en el pasado, su esencia sigue resonando en la música contemporánea. Déjate encandilar por estos sonidos y disfruta del viaje.
miércoles, 12 de marzo de 2025
AloneWith Sigur Rós: más allá de Jónsi
Desde sus inicios con aquel Von (1997), la voz de Jónsi ha sido el elemento más distintivo de la banda. Su falsete etéreo, combinado con el uso del "Hopelandic" (un lenguaje inventado que prioriza la fonética sobre el significado), ha convertido a Sigur Rós en un referente del post-rock atmosférico. Pero su contribución no se limita solo a su registro vocal: el uso del arco de cello sobre su guitarra eléctrica creó una textura sonora inconfundible, evocando un sentimiento de grandeza y melancolía que pocos han logrado replicar (no podemos olvidar el clip de Olsen Olsen que te pone los pelos de punta).
La conexión de Sigur Rós con la escena escandinava es innegable. Su enfoque ambiental y minimalista recuerda a algunos trabajos de bandas suecas como The Amazing o Fever Ray, mientras que su capacidad para fusionar experimentación con las raíces del folk islandés los acerca a compatriotas como Múm o incluso Björk, con quien comparten la inclinación por estructuras no convencionales y arreglos orquestales. Además, la influencia del post-rock nórdico o incluso del indie rock, con exponentes como los noruegos de Ulver en su etapa más ambiental, o The National, se hace presente en la manera en que Sigur Rós construye sus paisajes sonoros. En sus incursiones electrónicas también nos recuerdan a otros artistas de la escena escandinava como Trentemoller.
Con Ágætis byrjun (1999), la banda logró reconocimiento internacional, y canciones como "Svefn-g-englar" se convirtieron en himnos de la introspección. En Takk... (2005), con temas como "Hoppípolla", su sonido alcanzó una mayor accesibilidad sin perder su identidad. Sin embargo, en Kveikur (2013), Sigur Rós sorprendió al adoptar un tono más oscuro y agresivo, demostrando que su evolución musical no tenía límites.
El legado de Sigur Rós, con Jónsi como su epicentro creativo, sigue resonando en la música actual. Su influencia puede rastrearse en artistas como Ólafur Arnalds (aquella inolvidable banda sonora de Broadchurch) o los noruegos de Highasakite, quienes han sabido integrar elementos del ambient y el folk escandinavo en su sonido. Ya sea con sus largos crescendos instrumentales o con la voz inconfundible de Jónsi flotando en el aire, Sigur Rós han dejado una huella imborrable en la música contemporánea avanzada.
Ponte los cascos, cierra los ojos y déjate llevar por los paisajes de la tierra del hielo y el fuego con la magia de la música de Sigur Rós.
jueves, 20 de febrero de 2025
Alone With Gus Gus (vol. XIX): Un paseo por la finísima electrónica de unos vikingos con clase y groove
Si hay que destacar una banda que sepa otorgarle elegancia y finura a la electrónica, esos son los GusGus. Formados en Islandia, su sonido ha evolucionado sin miedo, navegando desde los beats downtempo con un barniz cinemático, pasando por el trip hop y el synth pop, hasta llegar al tech house melódico con grooves hipnóticos que los caracteriza hoy en día. No hay duda de que nuestros vikingos favoritos han sabido en estos años moverse cómodamente bajo el paraguas de la refinada música escandinava, eso sí, con un savoir faire propio y estilo inconfundible.
Tracks como "Crossfade", con el que inauguramos esta nueva playlist, muestran su habilidad para fusionar los sintetizadores pulsantes y las voces etéreas. Le sigue "Over", que nos lleva directamente a la pista con ese "melodic" donde importan las letras y que nos recuerda que son primos musicales, unas veces más lejanos que otras, de gente como Röyksopp. Continuando con el groove envolvente de "Simple Tuesday", comprobamos su capacidad para combinar elegancia con ritmos pegadizos. Y por terminar de mencionar lo más destacado de la lista, "Unfinished Symphony" nos va a hechizar con tintes de trip-hop noventero, retrotrayéndonos a esa era dorada donde los beats eran densos y envolventes. Todo esto junto a otros temazos que componen este universo sonoro lleno de atmósferas y emociones y que demuestran que la electrónica va a más allá de beats repetitivos y donde la sofisticación y lo bailable conviven en perfecta armonía.
jueves, 13 de febrero de 2025
Alone With Trentemøller (vol. XVIII): más allá del nordic dark

sábado, 1 de febrero de 2025
Going back to Caribou
miércoles, 22 de enero de 2025
Arcane: League Of Legends
sábado, 11 de enero de 2025
Best New Music '24: James Blake
El beat es sutil, naif, apenas un pulso, pero suficiente para sostener la tensión mientras Blake canta sobre el fin del mundo. Frases como "set my taxes aside to fund another war" son un uppercut directo, mientras que el estribillo, con su repetitivo "doesn't it feel like the end?", te deja flotando en un limbo emocional.
La producción está llena de detalles: filtros que se abren y cierran como respiraciones, capas de reverb que envuelven su voz, y un masterizado que juega con el silencio como un instrumento más. Es Blake en su zona de confort, pero con una claridad conceptual brutal.
El clip y la producción visual que acompañan el sencillo es igual de inquietantes: la esfera de Las Vegas en llamas y un collage digital surrealista que te deja dudando sobre qué es lo real y qué no. Perfecto para el mensaje apocalíptico de la canción.
En resumen, "Like The End" es James Blake en su máxima expresión: íntimo, experimental y con una habilidad única para dejarte en una inquietud como si el mundo se estuviera desmoronando, pero con estilo propio. Una grata sorpresa que deja muy alto el listón de este 2024 que ya se ha ido.